Hoy os traigo fotos de unos cupcakes de los que ya os hablé en otra entrada, así que no me explayaré con la receta porque ya os la he contado. Son cupcakes de caramelos de toffee. Sólo me quedó comentaros que los caramelos los compré en el Lidl. Os lo digo porque la última vez que estuve en Valencia intenté hacerlos y fue bastante complicado encontrarlos. Aunque estoy segura de que en cualquier sitio en el que vendan chuches los tendrán. Tenéis que recordar que los caramelos han de ser los de toffee blanditos, no valen los tipo Solano o Werther's.
Una vez tengáis los caramelos, sólo hay que quitarles el papel y meterlos en un cazo con leche evaporada (leche Ideal, aunque es más barata la de la marca de Lidl). Lo ponemos a fuego medio y removemos bien hasta que se mezcle todo. Para hacer esta salsa no os puedo indicar las cantidades exactas porque siempre la hago a ojo, pero lo más fiable (y placentero) es ir probando e ir añadiendo más caramelos al gusto. Observaréis que la salsa va cogiendo un color marrón más intenso conforme le vayáis echando más caramelos. Sabréis que está lista cuando al probarla aparezcan en vuestra mente imágenes de arpas, ángeles, arcángeles, nubes y querubines sonrosados.
Os estaréis preguntando por qué os repito la misma receta. La explicación es muy sencilla: he hecho otra vez cupcakes de caramelos pero las he decorado con botones de fondant y quería enseñároslos. Aquí os los muestro en unas fotos geniales de Zahara de Sólo fue suerte.
El plato de los tres señores comiendo tarta es de una tiendecita (cuyo nombre no recuerdo) en Williamsburg (Virginia) que me volvía loca. Era una tiendecita pequeña en la que tenían todo tipo de cosas cuquis y de cosas de gatos, pero ya ni siquiera sé si seguirá abierta, así que no puedo deciros dónde encontrarlo, ¡lo siento!
Los botones y la aguja son de fondant. Los hice la noche anterior para que se secara la "pintura" de la aguja y se endureciese el fondant. Los botones morados los teñí con colorante en pasta Grape Violet de Sugarflair y los verdes con Spruce Green también de Sugarflair. Para la aguja mezclé colorante en polvo plateado (no recuerdo la marca ahora mismo y no lo tengo a mano, ya os lo diré) con unas gotitas de vodka, lo suficiente para que adquiera una cosistencia con la que se pueda pintar. El alcohol (en este caso el vodka) se evaporará y la aguja quedará así. Esta misma técnica se puede usar con cualquier otro colorante en polvo y utilizando alcohol alimentario o cualquier bebida alcohólica transparente.
Para hacer los botones grandes utilicé un cortador de galletas con forma de botón. Para hacer los botones medianos y pequeños usé cortadores de círculo de distintos tamaños y para hacer los agujeros una esteca de modelar.
La aguja la modelé a mano pero, como veréis, no tiene mucha dificultad: hacemos un cono muy alargado, afinamos la punta más fina y en el extremo grueso, con una esteca, hacemos un agujero que vamos agrandando. La aplanamos un poco y luego pintamos y dejamos secar.
Y eso es todo, una decoración muy sencilla que podemos hacer en unos minutos. Los cupcakes de caramelo son deliciosos, pero la verdad es que no son aptos para gente poco golosa. Son estupendos para niños o para gente muy golosa, pero si tenéis invitados que son "más de salado" os aseguro que les resultarán empalagosos. Para ese tipo de amistades, os recomiendo mejor que probéis con un carrot cake o con unos cupcakes de calabaza, ya que los bizcochos especiados con cremas de queso son menos dulces y empalagan menos.
Espero que os haya gustado esta idea de decoración, volveré prontito por aquí para contaros lo que estoy tramando estos días de vacaciones. ¡Un saludo!
Lara
Canción del día: