miércoles, 30 de enero de 2013

Cupcakes de fresa

¡Buenas noches a tod@s!

     Hoy estoy contenta porque hemos superado las 2000 visitas en el blog, ¡2024 ya! así que, aunque estoy muuuuuuy cansada, he decidido que esto se merece una entrada para celebrarlo. Voy a enseñaros lo último que he hecho, que son unos cupcakes de fresa. No es una receta novedosa ni elaborada, ni tienen una decoración especialmente llamativa, pero los hice para una amiga que cumplía años y me hace ilusión que los veáis. Además, las fotos han quedado geniales, con un rollo retro muy divertido.

    La receta es muy sencilla, pero de momento es mi favorita. He probado muchas veces a hacer recetas de cupcakes con mantequilla, pero la verdad es que ninguna me gusta. Prefiero mil veces hacerlas con aceite, las recetas con mantequilla me da la sensación de que suben menos, se quedan duras antes y son menos esponjosas. No obstante, si alguien puede recomendarme una receta con mantequilla que quede esponjosa y no se seque en seguida, que me la deje por aquí o me la envíe por email, ¡gracias!



     Esta receta que ahora os voy a dar es la que utilizo normalmente para todos los cupcakes que sólo llevan esencias para darles sabor. Por ejemplo, cupcakes de vainilla, cupcakes de fresa, de limón, de naranja... lo único que cambio es la esencia que utilizo. Vamos allá con la receta:

2 huevos M
80ml de aceite de girasol (o de oliva suave, dependiendo de nuestro gusto)
160g de harina de trigo normal
150g de azúcar 
1/2 cucharadita de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de vinagre
130ml de leche semidesnatada o entera
1 chorrito de zumo de limón
esencia al gusto

     El chorrito de limón lo utilizamos para cortar la leche, echándoselo y dejando que la mezcla repose unos cinco minutos más o menos. Precalentamos el horno a 170ºC. Tamizamos la harina con la levadura y la reservamos para más adelante.
     Batimos los huevos con el azúcar hasta que la mezcla aclare un poco. Añadimos el aceite y batimos. Añadimos la mitad de la leche cortada y batimos, después agregamos la mitad de la harina y volvemos a batir. Echamos el resto de la leche y batimos, después el resto de la harina y batimos. Mezclamos el bicarbonato con el vinagre y lo echamos mientras hace burbujitas. Por último, añadimos la esencia que más nos guste, tanta como queramos.
     Ponemos los papelitos de magdalenas en la bandeja y los llenamos hasta un poquito más de la mitad. Horneamos unos 20 minutos o hasta que al pinchar un palillo éste salga limpio. Dejamos que reposen en el molde 5 minutos y después en una rejilla hasta que estén fríos del todo.


     Yo las decoré con buttercream de merengue suizo al que añadí un poco de colorante de Sugarflair Claret y esencia de fresa, que también utilicé en el bizcocho y en el almíbar. El almíbar se hace rápidamente en el microondas y ayuda a que nuestros cupcakes se mantengan jugosos más tiempo. Sólo tenemos que mezclar el mismo volumen de agua que de azúcar y calentarlo en el microondas. Lo sacamos, removemos y comprobamos si se ha disuelto todo el azúcar. Si no se ha disuelto, volvemos a calentar un minuto y repetimos la operación hasta que se haya disuelto todo. Dejamos que se enfríe y le añadimos unas gotas de la esencia que queramos. También le podemos echar algún licor o zumo o café. 
     

     Hay gente que el almíbar se lo echa a los cupcakes cuando se han enfriado. Yo prefiero hacerlo nada más sacarlos del horno. Pincho la parte superior de los cupcakes con un palillo para que cale más el almíbar y lo aplico con un pincel de cocina. A mí me gusta empaparlos bastante, pero con cuidado de no mojar el papel.

     Utilicé la misma esencia tanto en el bizcocho como en el almíbar y el glaseado, pero también se pueden hacer combinaciones distintas y mantener la receta sencilla. Por ejemplo, hacer el bizcocho y el almíbar de vainilla y el glaseado de violetas, o el bizcocho y el almíbar de limón y el glaseado de frambuesa y decorar con una frambuesa natural... no sé, lo que se os ocurra.


     Son cupcakes muy sencillos que podemos hacer con pocos materiales y que siempre quedan bien. También podéis utilizar un glaseado distinto, como un buttercream típico, un cream cheese icing, merengue, nata montada... y rellenarlos con mermelada, crema pastelera, chocolate o lo que más os apetezca. Es lo mejor de los cupcakes, que son absolutamente personalizables.
      Así que ya sabéis, poneos un día manos a la obra, encended vuestros hornos y, en un ratito podréis sorprender a quien queráis con vuestras creaciones. Os deseo una feliz noche y un mejor día. 

¡Un beso!





sábado, 26 de enero de 2013

Tutorial tarta de amapolas

¡Hola!

    Hoy traigo una entrada un poco distinta, porque viene con más fotos de lo normal. Es porque quiero contaros, a grandes rasgos, cómo decorar una tarta de manera muy sencilla para que resulte muy vistosa. Va a ser un tutorial pero sin entrar en demasiado detalle. Si necesitáis que os explique algo más a fondo dejádme algún comentario abajo o escribidme a larascupcakerie@gmail.com.
     La tarta de las fotos me la encargó una amiga para el cumpleaños de su madre y me dijo que le encantaban las amapolas, así que me incliné por un diseño sencillo y elegante en blanco que contrastase con el rojo y el negro de las amapolas. El bizcocho era de vainilla y lo rellené de lemon curd y frambuesas frescas. Después la cubrí de buttercream de limón y, para terminar, la cubrí de fondant. La base también la cubrí con fondant.





     Cuando tengamos el fondant bien alisado, pintamos con pegamento comestible el borde del bizcocho para pegar la cinta de tela que rematará nuestra tarta. En esta ocasión escogí una cinta negra con unas puntadas blancas.


     Yo no lo hice, pero una buena idea es poner la misma cinta también alrededor de la base que sujeta nuestra tarta. 
      En este momento, ya sólo faltaban las amapolas, y ahora os voy a enseñar cómo se hacen con fondant. Lo primero normalmente sería teñir el fondant que vayamos a necesitar, pero en este caso no lo hice porque lo compré ya teñido. Esto lo hago siempre que quiero utilizar fondant rojo o negro porque es muy difícil conseguir estos dos colores tiñendo a mano. Si queréis hacerlo, lo mejor es que uséis los Extra de Sugarflair, Red Extra o Black Extra, que son dos botecitos un poco más grandes que el resto de colores de Sugarflair y  son colorantes mucho más concentrados. Yo prefiero comprarlo ya teñido porque incluso con los Extra hay que usar mucha cantidad de colorante para conseguir la tonalidad deseada.

     Una vez tenemos el fondant que vamos a necesitar, cogemos el fondant negro para hacer los centros de las amapolas. Hacemos una bola como del tamaño de la yema del pulgar por cada flor que vayamos a hacer. Aplanamos un poco las bolas para que queden planas por arriba y por abajo, como un disco pero gordito. Pinchamos cada bola con un palillo y la pasamos por vodka (o cualquier otro alcohol comestible) y después por azúcar de color negro o sprinkles negros. Yo utilicé azúcar negro que preparé unos días antes tiñendo azúcar normal con colorante negro de Sugarflair. Para teñirlo, simplemente lo metí en una bolsa de plástico de estas con cierre y metí un poco de colorante dentro. Cerré la bolsa y lo "masajeé" hasta que quedó todo uniforme. Después vertí el azúcar ya teñido en un recipiente con bastante superficie y lo dejé secar unos días a temperatura ambiente. 



     Dejamos secar los centros de las flores y cogemos el fondant rojo para hacer los pétalos. Estiramos el fondant sobre la mesa y cortamos pétalos con el cortador de rosas, que es como una gota gordita. Ponemos el pétalo cortado sobre una almohadilla de poliespán y, con un palillo, hacemos marcas para imitar la curvatura de los pétalos. Lo hacemos poniendo el pétalo en el borde de la almohadilla y haciendo rodar el palillo (redondo) poco a poco por toda la superficie, haciendo que quede como una patata ondulada.




     Para cada amapola tenemos que hacer 4 pétalos iguales. Cogemos uno de los pétalos y lo colocamos sobre un formador de flores. Superponemos el siguiente y así hasta que estén los 4. Dejamos que se seque y pegamos el centro que habíamos dejado secar antes con pegamento comestible. En aproximadamente una hora debería estar todo suficientemente seco para pegarlo, pero dependerá del entorno en el que estemos trabajando, la humedad y la temperatura. 



     Una vez tengamos hechas todas las flores que vamos a usar, las dejamos secar media horita para poder manipularlas más tranquilamente, sin que se nos desmonten. 





     Cogemos la flor que queramos y con pegamento comestible la pegamos en la tarta en la posición que más nos guste. Yo utilicé, además de las amapolas, pétalos que hice de más para ponerlos en la tarta como si se hubiesen caído de alguna flor para darle más movimiento al conjunto. 






       Y ya por último os enseño el resultado final, que gustó mucho. Fue una de las primeras tartas que hice por encargo, la tercera concretamente, y la quinta tarta con fondant que hice en mi vida. A día de hoy, que ya tengo más experiencia, haría cosas distintas, pero la verdad es que quedé muy contenta con ella y quería enseñarósla para que veáis que, con un poquito de paciencia, podemos hacer algo muy sencillo y vistoso.



     Aprovecho para darle las gracias a Zahara de Sólo fue suerte porque hizo unas fotos chulísimas y estuvo animándome y poniéndome música de la buena durante todo el proceso. En su honor voy a hacer como ella en su blog y os voy a recomendar una canción.
     Espero que os haya gustado esta entrada, ¡un saludo!

Canción del día:   
Arriba - Chojín.