jueves, 17 de octubre de 2013

¡¡NOTICIAS!!

¡Buenas!

     Sé que llevo un tiempo algo alejada del mundo de la blogosfera, pero... ¡ha sido por una estupenda razón! ¿Recordáis que en un post de este verano os comentaba que traería noticias? Pues aquí están, recién saliditas del horno.

     ¡Hoy he cumplido un sueño y he abierto mi tienda de repostería creativa! ¡Sí sí, en serio! Ha sido un verano un poco estresante porque en estas cosas hay que tener mucha paciencia y las cosas no siempre salen como quieres ni al ritmo que te gustaría, pero por fin puedo deciros que la tienda está abierta y que yo estoy feliz. Ahora sólo queda llenarla de gente y deseo que a tod@s los que vengáis os guste aunque sea una milésima parte de lo que me gusta a mí.

     La tienda se llama Regaliz Cupcakes y está en Valencia, en la Calle Quart nº 89, enfrente de la puerta del Jardín Botánico. Os cuento que estaré de momento de lunes a sábado de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 y que todos los días tendremos cupcakes, cookies, cakepops o tartas para que podáis probar las recetas del blog en primera persona. También tenemos una zona de tienda de utensilios de repostería, con todo lo necesario para que podáis crear y divertiros. Y os avanzo que en breve tendremos también cursos de iniciación para aquell@s que queráis venir a aprender y pasar un rato divertido.

     Os dejo alguna fotito del local, pero como de momento las que tengo son un poco chapuceras prometo mejores en otra entrada en cuanto las tenga.
   
     La web de la tienda está en construcción, pero si queréis pasaros la dirección es www.regalizcupcakes.es, y si queréis contactar conmigo podéis hacerlo escribiéndome a la dirección del blog o bien a la de la tienda, que es info@regalizcupcakes.es.


La caja y la vitrina de frío (la vitrina no es la definitiva, me la están cambiando ahora mismo, ya os la enseñaré porque es preciosa!!)


Los cupcakes del día: hoy de calabaza, red velvet y cake pops de chocolate cubiertos de chocolate blanco.


La zona de tienda.


Más zona de tienda, con la mesa de Halloween.


Vista del taller desde la tienda.


El taller, que en la foto no se aprecia pero tiene dos ventanales y mesas y sillas para diez personas.


Vista desde dentro del taller y las puertas del almacén y los baños.

     Ya sabéis, os espero aquí cuando queráis pasaros. Si me conocíais desde el blog decídmelo que me hará mucha ilusión.
¡Un saludo y ánimo que ya llega el fin de semana!





domingo, 25 de agosto de 2013

Tarta calavera

     Hay veces que te encargan una tarta sin darte demasiadas indicaciones, y es divertido porque eres un poco más libre a la hora de elegir cómo decorarla. Otras veces sin embargo, te piden cosas muy concretas, y tengo que decir que también disfruto haciendo este tipo de encargos porque es más sencillo ya que tienes que calentarte menos la cabeza. Pero es que, además, es bueno hacer cosas distintas, trabajar con la visión de otra persona hace que la nuestra cambie y está bien salirse de la comodidad de lo que "nos gusta" hacer a nosotr@s.


      La tarta que os enseño hoy fue un encargo muy concreto. Me mandaron una foto del casco de una chica y me pidieron que recrease la calavera que llevaba dibujada y su nombre como venía escrito en el casco.

      El casco en sí estaba pintado a trozos de distintos tonos de rosa y morado, por lo que me decidí a darle al fondant que cubría la tarta un efecto "marmolado" en los mismos tonos del casco. Cogí fondant blanco y lo teñí en varios tonos con colorantes de Sugarflair, en concreto utilicé Grape Violet, Claret y Dusky Pink/Wine. Con cada uno de los tres colorantes hice dos tonos distintos, uno más claro y otro más oscuro. Después los junté todos y los mezclé sin que llegase a quedar una mezcla homogénea porque quería que se viesen distintos tonos en la tarta.


       En la foto de arriba podéis apreciar un poco mejor a qué me refiero con el efecto "marmolado" en el fondant. Los colores se mezclan pero evitamos que quede todo uniforme, es interesante que salgan vetas de distintos tonos.

      Para hacer el nombre, imprimí la foto que me habían mandado al tamaño de letra que quería. Después, puse el folio sobre el fondant y, con una esteca puntiaguda, repasé el contorno de las letras para que se marcase sobre el fondant. Si queréis hacer esto, recordad que tenéis que hacerlo antes de que el fondant se seque demasiado porque si no no se marcará. Una vez marcaro el contorno de las letras, sólo queda rellenarlo con colorante negro y un pincel... bueno, y ¡mucho pulso!


     Para hacer la calavera, la técnica es similar. Imprimí la fotografía con la calavera al tamaño deseado. Después recorté la silueta de la calavera y puse la plantilla sobre un trozo de fondant blanco estirado. Con un estilete, recorté la forma de la calavera en el fondant y, por último, pinté los detalles.

 
     Para hacer el lazo utilicé fondant rojo mezclado con un poco de CMC y lo dejé secar un rato para que se endureciese y no perdiera la forma.


      Para hacer las estrellas estiré un trozo de fondant blanco y las corté con un cortador de galletas. Después las pinté con colorante en polvo comestible de color plateado.

     El bizcocho de la tarta era de chocolate y estaba relleno de plátano natural en rodajas y buttercream de merengue suizo con mascarpone con esencia de fresa.


     Aquí os enseño un par de fotos del corte que me mandaron desde la fiesta de cumpleaños.


     Tuve la enorme suerte de que me sobrasen un par de plátanos y algo de buttercream, así que se me ocurrió hacer un brazo de gitano de vainilla y rellenarlo con los restos, y estaba para chuparse los dedos. Así que si os sobra relleno de cualquier cosa, no lo tiréis, seguro que podéis reutilizarlo de alguna manera. Los brazos de gitano son relativamente fáciles de hacer y tienen una presentación divertida que suele gustar a grandes y pequeños.

     Ya se va acabando Agosto y os recuerdo que muuuuuy pronto tendremos por aquí  noticias estupendas. Disfrutad de lo que queda de verano, y también de lo que queda del fin de semana.

Lara

Canción del día: Sweet Child O' Mine - Guns 'N' Roses.           
(¡Qué jovencito estaba Axel! Bueno, y todos claro).







domingo, 18 de agosto de 2013

Receta de cupcakes de cerezas piscineros

     Hoy traigo una receta de minicupcakes de cerezas deliciosos. Muy frescos para estos días de calor, y más con la que parece ser que se avecina para la próxima semana. Son unos minicupcakes de cerezas cubiertos con crema de queso, que es mi favorita. La crema de queso va bien con todo, pero con los bizcochos de frutas queda especialmente bien.
   
     Yo soy una gran amante de la fruta de verano. Las naranjas, manzanas y peras me aburren. Pero en cuanto empiezan las fresas se me ilumina la cara porque justo después vienen la sandía, el melón, los melocotones, las nectarinas y... ¡las cerezas! ¿Cómo resistirse a unas picotas oscuritas y dulces? Pues algo así dentro de un bizcocho no puede si no mejorarlo. 




     Reconozco que lo de deshuesar las cerezas es un poco puñetero, pero ¡merece la pena! Los bizcochos con frutas tienen una jugosidad que es difícil de conseguir sin ellas. Os dejo la receta:

Ingredientes para 12 cupcakes o 40 minicupcakes:

50 ml de aceite de oliva
50 ml de aceite de girasol
150 g de azúcar
180 g de harina
120 ml de leche
1 cucharada de zumo de limón
1 huevo
100 g de cerezas troceadas
2 cucharaditas de bicarbonato


    Como siempre, precalentamos el horno a 160ºC con calor por arriba y por abajo pero sin ventilador. Preparamos las cápsulas de los cupcakes en la bandeja. Preparamos buttermilk mezclando la leche con el zumo de limón y lo dejamos reposar unos 5 minutos. Por otro lado, tamizamos juntos la harina y el bicarbonato y reservamos.
     En un bol, mezclamos el aceite con el azúcar hasta que estén completamente integrados. Añadimos el huevo y batimos hasta que aclare un poco la mezcla. 
     Añadimos la mitad de la mezcla de harina y bicarbonato y lo mezclamos hasta que esté todo bien integrado, pero sin mezclar de más. Agregamos el buttermilk y mezclamos y, por último, añadimos el resto de la harina. Cuando la masa sea homogénea, echamos las cerezas troceadas y removemos bien con una espátula.
     Llenamos las cápsulas con la masa hasta 2/3 de su capacidad. Si horneamos a 160ª los cupcakes no suben demasiado, así que si nos pasamos un poco no hay problema. Horneamos durante 23 minutos o hasta que, al pincharlos con un palillo, éste salga seco. Dejamos enfriar 5 minutos en la bandeja y después los pasamos a una rejilla para que se enfríen del todo. 



Ingredientes para la crema de queso o cream cheese icing:

60 g de mantequilla a temperatura ambiente
150 g de azúcar glas
120 g de queso de untar tipo Philadelphia

     Batimos la mantequilla hasta que aumente un poco de volumen y claree un poco. Añadimos el azúcar glas y batimos despacio al principio hasta que se integre (para no llenar la cocina de polvo dulce) y después subimos la velocidad y batimos durante unos 5 minutos. La mezcla habrá aumentado de volumen y tendrá una textura más esponjosa y un color más claro. Entonces añadimos el queso que ha de estar muy frío (no lo sacamos de la nevera hasta que no lo vayamos a usar) y batimos a velocidad alta durante al menos otros 3 minutos.





     Esta crema con tanto queso es bastante blanda porque además no tiene tanta azúcar como otras, lo que hace que sea menos consistente y más difícil de manejar con la manga pastelera. Con estos calores además se nos reblandece mucho al tener la manga en contacto con las manos. Yo recomiendo que no le echéis más azúcar ni menos queso porque así está mucho más rica. Os costará más trabajar con ella, pero veréis que el resultado es estupendo. 



     Para que sea más fácil de manejar podéis dejarla enfriar en la nevera unos 5-10 minutos antes de usarla y meter las manos en un cuenco con hielo para que no estén tan calientes, que además con estos calores es hasta agradable. En invierno no tendréis tantos problemas para trabajar con ella, pero si sois de manos muy calientes podéis seguir los mismos consejos.


     Pues hasta aquí la entrada de hoy. Espero que estéis disfrutando de piscinas, playas, ríos o incluso fuentes, cualquier cosa para refrescaros en estos días de calor porque, como os decía antes, parece ser que la próxima semana se avecina una ola de calor que nos dejará temperaturas de 40ºC. Disfrutad de lo que queda del domingo y que tengáis un feliz comienzo de semana.

Lara



miércoles, 7 de agosto de 2013

Tarta Orquídeas, positividad, reflexiones, recuerdos y algún truco.

     Soy consciente de que el título de la entrada de hoy es un poco rarito y no creo que sea fácil inferir de él el mensaje que os quiero hacer llegar hoy. Pero estoy convencida de que una vez hayáis leído la entrada lo comprenderéis todo a la perfección.

     Hoy estoy feliz, ¿no os encantan los días en que os sentís felices? Las cosas salen bien, tienes aún un millón de cosas en la cabeza pero ves que al menos vas avanzando y que las cosas se van resolviendo, y eso te llena de positividad. Aunque tengo que decir que, además de los motivos por los que hoy estoy especialmente feliz, simplemente el alejarte un tiempito de Madrid, de las prisas, del estrés, del "maldita-sea-voy-a-llegar-tarde-a-trabajar", de la polución y de los incesantes pitidos de los coches... pues como que te da vidilla. Comprobar que aún hay sitios en los que la gente se para por la calle a saludarse, entras a un bar o a la carnicería o a donde sea y la gente te dice "hola", te hace ver las cosas de otra manera.

     A veces estamos tan metidos en nuestra rutina diaria que no nos damos cuenta de nada de lo que tenemos alrededor, y no lo valoramos. Así que esta entrada de hoy es una apología  de la positividad (mejor aprovechar hoy para escribir algo así porque nunca se sabe cuándo una volverá a tener un buen día), una oda al buen rollo y una invitación a que probéis (sobre todo lo digo para quienes viváis en grandes ciudades, pero el resto no os libráis, ¿eh?) a saludar a la gente que haya esperando antes que vosotros en el centro de salud, o a la de la caja del banco, o al dependiente que os enseña unos pantalones que os van a quedar divinos con ese morenito que habéis cogido estos días. Saludar es un gesto de cortesía que antes se daba por supuesto y ahora parece que se nos ha olvidado lo sencillo que es y cómo puede cambiar el ambiente en el que nos encontremos. Hay algunas preciosas costumbres que es una pena que dejemos que caigan en desuso.

     Sí, no os preocupéis, me doy cuenta de que esta entrada está saliendo un poco cursi, pero es que la tarta que os traigo hoy también lo es. Es sutil y elegantemente cursi, no podréis negarlo.


     Es de aire vintage, como lo de saludar a los extraños. Es curioso cómo, mientras estoy escribiendo, me ha venido a la mente un buen amigo del que hace bastantes años que no sé nada (desgraciadamente perdimos el contacto). Se llama Jorge y es un personaje muy peculiar. Le he recordado porque le gustaba saludar a la gente por la calle, no sé si porque había visto Patch Adams recientemente o porque simplemente era un loco encantador. Era gracioso ver las reacciones de la gente cuando un jovenzuelo de amplia sonrisa y mirada traviesa les decía "¡hola!". La gente iba metida en su día a día y les sobresaltaba que alguien les saludase, y al darse cuenta de que quien les saludaba era un desconocido, muchas veces podías percibir una cierta desconfianza en ell@s.

 
     También recuerdo un día en el que Jorge me llamó a las 4 de la madrugada (de un miércoles) para decirme que yo era una persona muy importante en su vida y que me quería mucho. Me enterneció, no puedo negarlo, pero también me tocó un poco las narices ¡que no tuviese otro momento para decírmelo!. En fin, que como habréis deducido, es una persona especial. 


     Esta tarta para mí también ha sido especial porque he descubierto una paleta de colores que me encanta, que es el gris claro con el melocotón. El naranja es un color que no me gusta demasiado, pero el melocotón... ¿cómo resistirse a un color tan suave que nos evoca una fruta tan apetecible, especialmente en esta época? Creo que esta tarta va a ser la primera de una serie de tartas gris-melocotón. 

     ¿Qué paleta de colores os gusta más a vosotr@s? ¿Os gusta combinar colores fuertes o sois más de colores pastel?

 

     He visto en las búsquedas de google que os llevan a mi blog que much@s buscáis "cómo pegar cinta de tela al fondant", así que voy a contaros cómo lo hago yo. En esta tarta por ejemplo, utilicé una cinta de tela finita en la base para terminarla. La verdad es que ahora mis bordes quedan casi perfectos (gracias a leer mucho sobre el tema y practicar mucho sobre todo), pero aún así me gusta ponerlas porque le dan un aire distinto, parece que si no ponemos una cinta o un detalle de fondant o de glasa en la base la tarta está como inacabada.

     Pues bien, para mí lo más sencillo es simplemente utilizar agua: humedecemos un pincel en agua y con él pintamos todo el borde de nuestra tarta (pintamos del ancho de la tira, porque si mojamos el fondant que no va a ir tapado se nos quedará una mancha). Una vez lo hayamos pintado entero, cogemos nuestra cinta que habremos cortado previamente de una longitud 2 cm mayor que el perímetro de nuestra tarta y la pegamos con el borde inferior tocando la base sobre la que reposa la tarta. Y después simplemente la vamos pegando mientras giramos la tarta para que quede bien igualada. 

     Sin embargo, en ocasiones la cinta de tela la ponemos cuando hace ya un rato que forramos la tarta de fondant, y éste se ha quedado seco por la superficie. Si el fondant está seco e intentamos pegar la tela sólo con agua no funcionará. En estos casos, yo tengo dos opciones.

     

     La primera es utilizar la misma crema que haya usado para rellenar o cubrir la tarta, que puede ser un buttercream, o un ganache o incluso mermelada. Ha de ser algo pegajoso. 

     La otra opción, que es preferible si vuestra cinta es de un color claro para evitar que se manche mucho la tela, es utilizar pegamento comestible. Yo en casa no tengo pegamento comestible, pero sí tengo CMC que utilizo para que el fondant se endurezca. Una forma de hacer pegamento comestible casero es coger un culín de agua, o incluso menos, un taponcito, y añadirle como un cuarto de cucharadita de CMC. Lo mezclamos bien y se quedará de una consistencia parecida a la de la cola blanca, pero transparente. Podemos utilizarlo para pegar la cinta de tela a nuestro fondant, o también para pegar figuritas de fondant, o pegar cualquier cosa que queramos. Es algo muy rápido y que nos saca de cualquier apuro.

 

     Pensad de la siguiente manera a la hora de pegar:

fondant húmedo + fondant húmedo = agua (e incluso se puede pegar sin nada, sólo presionando las dos superficies juntas)

fondant húmedo + fondant seco = agua

fondant seco + fondant seco = buttercream, ganache, mermelada, merengue o pegamento comestible

fondant húmedo + tela = agua

fondant seco + tela = buttercream, ganache, mermelada, merengue o pegamento comestible

     Con estas sencillas reglas no tendréis problemasde posibles caídas de decoraciones.

 

     Espero que os sirvan estos pequeños consejos y que no se os caigan nunca las decoraciones que tanto tiempo os lleva preparar.

     Os adelanto que en breve habrá cambios por aquí, así que estad atent@s. ¡Feliz jueves!

Canción del día : She's so lovely - Scouting for girls (canción para poneros una sonrisa en la cara jejeje).

 




  

martes, 30 de julio de 2013

Bizcocho sin azúcar y ayuda para esculpir tartas

     Lo prometido es deuda, así que os traigo unas poquitas fotos del "cómo se hizo" la tarta de R2-D2 y, ya que estoy, la receta. Ya os conté que la receta es sin azúcar porque una de las personas que iban a comer tarta es diabética. Estuve consultándoles qué podía tomar y qué no y al final hice una adaptación de una receta que hago habitualmente pero cambiando el azúcar por endulzante artificial apto para diabéticos.

     Respecto al tema de los diabéticos, yo personalmente habría optado seguramente por utilizar harina integral porque su índice glucémico es menor, pero me dijeron que preferían que usara harina normal. También tengo entendido que cuantas menos grasas tomen los diabéticos (ya, y todos en general... pero un día es un día) mejor, por lo que quizás habría sustituido el buttercream por una crema pastelera (aquí tendríamos el problema de la harina, pero creo que un par de cucharadas de harina seguramente sean mejores que 300g de mantequilla) o un merengue. También lo consulté y me dijeron que no había problema por que tomase un poco de mantequilla un día, así que seguí adelante.

     De tal manera que al final hice un bizcocho de chocolate relleno de buttercream de café. Esta foto que os pongo ahora es del bizcocho ya montado, antes de esculpir la forma.


     Os aviso de que las fotos las hice con el móvil, así que la calidad es pésima, pero en plena elaboración y llena de mantequilla y migas por todas partes no era plan de ponerse a hacer virguerías.

     Como podéis ver, utilicé 5 capas de bizcocho, porque quería que quedase bien alta para después poder cortar sin miedo de quedarme con una tarta bajita o de no conseguir la forma deseada. Hice tres bizcochos y los fui cortando, almibarando, rellenando y apilando. 

     Y aquí es donde empieza lo divertido. Utilicé un cuchillo de Ikea normalito, de los de cortar carne, porque necesitaba uno con sierra para poder cortar bien el bizcocho sin destrozarlo. Sé que hay gente que utiliza plantillas para recortar sus bizcochos y darles forma, pero como era una forma relativamente sencilla me lancé a hacerlo sin plantilla.


     Del proceso de esculpido en sí poco os puedo contar. Simplemente consiste en ir cortando de aquí y de allá hasta que consigáis que vuestro bizcocho tenga la forma que andáis buscando. Lo que sí os recomiendo porque me parece super importante, sobre todo si estáis empezando a esculpir bizcochos, es que hagáis un bizcocho más grande de la medida en que queráis que se quede y también que quitéis muy poco a poco. Siempre es más fácil quitar que añadir. Si por lo que sea os equivocáis y cortáis de más, tampoco os asustéis demasiado ya que siempre podéis volver a pergarlo con un poco de buttercream o la crema que estéis usando de relleno. No quedará tan estable como si no lo hubiéses pegado, pero os servirá y además al cubrirlo con una capa de buttercream y después con el fondant no se notará.

     En este caso, como véis, yo tallé mi bizcocho con forma de cúpula (o lo que es lo mismo, una semiesfera) para poder hacer la cabeza de R2-D2, el divertido droide de Star Wars. Tras un ratito de esculpir (menos de lo que esperaba, por suerte), logré darle una forma casi perfecta de cúpula y me dispuse a cubrirlo con buttercream. Así quedó una vez cubierto:


     La foto quedó un poco movida, pero véis cómo quedó. Una vez cubierto de buttercream lo enfrié un rato en la nevera. Lo dejé como media hora enfriando y lo saqué para cubrirlo con fondant.


     Ya cubierta de fondant se aprecia mejor la forma esférica de la parte superior de la tarta. Después del fondant me divertí mucho con el spray de pintura comestible que os comenté en la entrada en la que os enseñé la tarta terminada. Con la tarta blanquita como un lienzo es un gustazo ponerte a cubrirla toda con spray, aunque luego te tires limpiando purpurina plateada dos semanas. Creo que no tardaré mucho en encontrar alguna otra excusa para usarla porque es una pasada.

     A continuación os recuerdo los puntos importantes a tener en cuenta a la hora de esculpir un bizcocho:

- Utilizar un cuchillo con sierra.
- Partir siempre de un bizcocho considerablemente más grande (cuanto menos experiencia tengáis, más grande tendrá que ser vuestro bizcocho) del tamaño final que queráis.
- Cortar poco a poco, nunca cortar trozos grandes de golpe (a no ser que lo tengáis marcado con plantilla y sepáis que podéis hacer un corte limpio). Es mejor cortar muchas veces trocitos pequeños y así os vais asegurando.
- Si os equivocáis, que no os dé un ataque de pánico, todo tiene solución: coged el trozo de bizcocho que queráis volver a colocar en su sitio y pegádlo con la crema de relleno que estéis utilizando.
- Hacer las cosas despacio, las prisas nunca son buenas compañeras de este tipo de trabajos.
- Practicar siempre que se pueda, la práctica hace la perfección.

     Veréis que en cuanto llevéis cinco minutos seguidos haciéndolo os veréis mucho más confiad@s y suelt@s. Os pongo ahora una foto de la tarta ya pintada antes de pegar las decoraciones.


     Y ahora vamos con la receta:

PARA EL BIZCOCHO (sale un bizcocho de 15 cm de diámetro que podemos cortar en dos mitades):

1 huevo
170 g de harina (si es para diabéticos recomiendo utilizar harina integral)
100 g de aceite de girasol o de oliva suave (o el que más os guste)
250 ml de leche semidesnatada 
7,5 g de levadura
40 g de cacao en polvo (yo utilicé el de Valor que es apto para diabéticos)
50g de chocolate apto para diabéticos (utilicé el chocolate negro sin azúcares de Valor también apto para diabéticos)
Edulcorante al gusto (podéis utilizar sacarina, aspartamo, sirope de ágave o cualquier otro edulcorante apto para diabéticos)

   Precalentamos el horno a 180ºC con calor sólo por abajo y sin ventilador. Rallamos el chocolate y reservamos. Tamizamos la harina junto con el cacao y la levadura y reservamos.

     Encamisamos nuestro molde: primero lo untamos bien de mantequilla, margarina, aceite o cualquier grasa y después lo espolvoreamos bien de harina.

     En un bol, batimos el huevo con el azúcar hasta que la mezcla aclare (quedará casi blanca). Añadimos el aceite y después la leche. Después añadimos la mezcla de harina con levadura y cacao de cucharada en cucharada mezclando bien pero sin batir. Por último, añadimos el chocolate rallado, vertemos la masa en el molde y horneamos durante 40 minutos. Pasado este tiempo, vamos pinchando con un palillo hasta que salga limpio. Entonces sacamos el bizcocho del horno, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar.

PARA EL BUTTERCREAM:

150 g de claras de huevo pasteurizadas
450g de mantequilla a temperatura ambiente
edulcorante al gusto
nescafé al gusto
una cucharadita de esencia de café sin azúcar

     Calentamos un poco las claras al baño maría. Montamos las claras hasta que hagan picos blandos. Esperamos a que se enfríe y añadimos la mantequilla poco a poco. En este momento la mezcla se cortará, pero nosotr@s seguiremos batiendo hasta que vuelva a unirse todo.Una vez hayamos conseguido una crema suave y brillante añadimos el edulcorante al gusto y un par de cucharaditas de Nescafé. Añadimos la esencia de café y probamos. Si hace falta, añadimos más esencia de café.

     Os advierto que el Nescafé no se deshace del todo en el buttercream, por lo que quedan "tropezoncitos" de café en la crema. A mí personalmente me gustan mucho, pero sé que hay gente a la que no, por eso os lo aviso. Si no os gustan, prescindid del Nescafé y probad con otra cosa.

     El fondant de la tarta era CON azúcar, por lo que la persona diabética tuvo que apartarlo y no comérselo. Salvo ese detalle, la verdad es que es una alegría poder hacer dulces que puedan llegar a más gente, especialmente a personas que debido a algún tipo de intolerancia no puedan comer dulces de manera habitual o les sea complicado encontrar lugares donde piensen en ellos a la hora de hornear.


     De momento os dejo aquí, pero pronto traeré más cositas que he tenido tiempo esta última semana de hornear cosas muy interesantes. Os deseo felices vacaciones a aquell@s que estéis disfrutando de ellas y a l@s que no... ¡ya llegarán!

Un abrazo,

Lara

Canción del día: Surfin USA - The Beach Boys.









   

lunes, 22 de julio de 2013

Receta de tarta de zanahoria con crema de queso o carrot cake con cream cheese icing

¡Hola!

     Sé que os dije que en la última entrada que la próxima incluiría la receta de la tarta de chocolate sin azúcar, pero no he conseguido pasar todas las fotos del móvil, así que hasta entonces no quería dejar de poneros las fotos de la última tarta de zanahoria que hice, y ya de paso refrescaros la receta y daros algún consejillo para la crema de queso, que sé que a veces (y más con estas temperaturas) se resiste. Eso sí, la próxima sí que traerá la receta sin azúcar, que no me olvido.

     Además, tenía ganas de publicar algo para contaros que ya somos más de 600 seguidores en Twitter y que ya superamos las 10.000 visitas en el blog, de hecho ya hemos superado las 10.500. Así que quería agradecéroslo de todo corazón porque me hace mucha ilusión que cada vez seamos más y más los que disfrutamos compartiendo recetas, fotos, ideas y muchas cosas más por todas las redes sociales. De hecho, en Facebook ya somos más de 220 seguidores. ¡Muchas gracias a tod@s! Ojalá pudiese mandaros un pedacito de tarta a cada uno por Blogger... pero algún día se podrá, tiempo al tiempo, ya veréis jajajaja.

     Esta tarta que os enseño hoy es muy parecida a la que os enseñé en esta entrada, la diferencia fundamental radica en que esta vez sí que la hice con manzana en lugar de melocotón. La verdad es que no sé ya si me gusta más con melocotón o con manzana, probad vosotr@s mism@s y decidid. Os refresco la receta para quien no se haya leído la otra entrada.





Bizcocho de 22cm de diámetro (o 2 de 15cm)

270g de harina
220ml de aceite de oliva suave
240g de azúcar
4 huevos
15 nueces troceadas
1 cucharadita de jengibre
2 cucharaditas de canela
350g de zanahorias
300g de manzana
1 cucharadita de levadura
2 cucharaditas de bicarbonato

     Precalentamos el horno a 180ºC con el calor sólo por abajo y sin ventilador

     Tamizamos la harina con la levadura, el bicarbonato y las especias en un bol y reservamos. Rallamos la zanahoria y la manzana y reservamos. Pelamos y troceamos las nueces y reservamos.

     Batimos los huevos con el azúcar y el aceite hasta que la mezcla aclare. Añadimos la harina a la mezcla y batimos.
     Añadimos la zanahoria y la manzana y mezclamos con la espátula, sin batir. Por último añadimos las nueces. Vertemos la mezcla en un molde previamente encamisado y horneamos.

     Tardará como una hora en hacerse, pero lo ideal es pinchar con un palillo pasados los primeros 45 minutos y comprobar cada cinco minutos hasta que esté hecho.



     ¿Qué deciros de esta tarta? Es una de mis favoritas, si no la más favorita de todas. Creo que se disputan el honor ésta, la de red velvet y el cheesecake. Es un bizcocho muy jugoso, poco empalagoso y además en estas fechas apetece mucho fresquita. 

     Es verdad que la crema de queso en verano es difícil de manejar, sobre todo si le ponéis mucho queso, que es mi caso. A mí me gusta ponerle más queso que mantequilla para que quede más cremosa, pero es verdad que si usáis una manga pastelera para decorar os va a costar mucho porque se os derretirá con el calor y es muy inestable. Aún así, yo os recomiendo que le pongáis mucho queso a vuestra crema, porque de verdad que el sabor y la textura son mucho mejores.


    Si hacéis una tarta para casa o para regalar podéis hacer una decoración sencilla como ésta que no necesita manga pastelera. Es tan sencillo como rellenar vuestros bizcochos para montar la tarta lo alta que queráis y después le dáis una capa fina de crema de queso a toda la tarta para cubrirla y en la que se queden las migas selladas. Después, la refrigeráis unos 20 minutos y ya le dáis una última capa de crema a toda la tarta, todo lo gruesa que queráis, y con la espátula le vais dando un acabado más liso o menos, al gusto de cada un@.

     Para que os hagáis una idea, yo suelo utilizar para una tarta de tres pisos y 15 cm de diámetro los siguientes ingredientes: 100g de mantequilla a temperatura ambiente, 250g de azúcar glas y 200g de queso crema tipo Philadelphia. Primero bato la mantequilla sola para que se ablande y se quede cremosa, después le añado el azúcar glas y bato despacio al principio para no llenarme la cara y la cocina de azúcar glas y después bato más deprisa unos 3 ó minutos, para que quede bien esponjosa y aclare. Por último, añado el queso bien frío de la nevera y bato unos dos minutos más. Sé que mucha gente le añade esencia de vainilla (o de cualquier otro sabor) a la crema de queso, y está muy buena (yo lo hago para otro tipo de bizcochos), pero para la tarta de zanahoria yo prefiero dejarla así sin más porque es una combinación muy lograda. No sé a quién se le ocurriría pero desde luego dio en el clavo.
   

     Sé que en la receta os pongo que es para un molde de unos 22cm de diámetro, pero yo últimamente estoy horneando las tartas un piso en cada molde, de manera que se hornean más rapido y quedan más jugosas porque no hay que tenerlas una hora o más haciéndose. Así que en lugar de hacer un bizcocho muy alto y luego cortarlo en tres capas, hago tres bizcochos más bajitos y los nivelo para que queden de la misma altura (o similar). Con la receta que os he dado os salen dos bizcochos de 15cm de diámetro, que es el de esta tarta. Si queréis hacer un tercero, como hice yo, sólo tenéis que hacer la receta con la mitad de los ingredientes.


     Por hoy me despido ya, espero que os animéis a probarla porque os aseguro que es un éxito asegurado, tanto para la gente muy golosa como para la que lo es menos porque es poco empalagosa. Espero que estéis disfrutando de las vacaciones quienes las tengáis en estas fechas, en breve os traeré también una receta vegana y muchas cosas más.

Un abrazo,

Lara

Canción del día: Ríe cuando puedas - El Chojín  




jueves, 11 de julio de 2013

Tarta R2-D2 de la guerra de las galaxias

¡Hola!

     Hoy os traigo una entrada divertida de un encargo que me hicieron de una tarta para un cumpleaños. El cumpleañero en cuestión es muy fan de Star Wars y me pidieron una tarta con esa temática. Me dejaron escoger a mí la decoración siempre y cuando fuese de las famosas pelis de George Lucas, y como nunca había hecho una tarta esculpida me decidí a intentarlo. Hice una cabeza de R2-D2, el divertido droide que sale en las pelis y que es uno de mis personajes favoritos.
   
     En la entrada de hoy os voy a poner las fotos de la tarta, y en la siguiente entrada os contaré un poco cómo la hice y os daré la receta. ¡Ahí van las fotos!


     ¡No me digáis que no es una chulada! Creo que es la tarta que más me he divertido haciendo y además es muy vistosa. Se me ocurrió que para que quedase más realista la cubriría de purpurina plateada, pero me pareció poco viable. Así que pensando pensando decidí probar con el espray comestible y tengo que decir que, además de ser muy divertido usarlo, ¡queda fenomenal! ¿Veis ese brillo que le da que es más discreto que la purpurina? Me encanta.


     Nunca había utilizado los esprays comestibles y la verdad es que ya tenía ganas y me ha parecido un invento genial. Al principio da un poco de miedo porque no sabes con qué intensidad va a salir o si vas a conseguir que quede uniforme, y la verdad es que es más sencillo de lo que pensaba que sería. Primero probé en un trozo de fondant que iba a tirar para coger un poco de práctica y perderle un poco el miedo y ya cuando me puse sobre la tarta me costaba parar. 

     Utilicé un espray plateado para que fuese más acorde a R2-D2 y la única pega que le encuentro es que aún tengo brillitos en el mando de la tele, en el bolso y ¡en el pelo de mis gatos! Sí sí, como lo leéis... resulta que los brillis del espray se reparten por tooooda la habitación en la que estéis, y tienes que quitarlos, pero siguen apareciendo. Se ve que cayeron brillis al suelo, los gatos se acostaron en el suelo, y ahora mis gatos parece que se vayan de fiesta, con tanto brillito. ¡Menos mal que es comestible!


     El fondant que utilicé era Kelmy y tengo que deciros que para cubrir tartas es GENIAL porque no se cuartea nada. Lo que no me convence es el sabor, creo que estoy muy acostumbrada al Funcakes y no le encuentro buen sabor a éste. Tendré que preguntar a otras personas a ver qué opinan.

     De todas maneras, ya os digo que para cubrir tartas, el mejor fondant que he utilizado de momento ha sido el de Kelmy, con diferencia. Es muy difícil forrar mal una tarta con esta marca porque tiene una elasticidad tremenda.

     Dentro de poco os traeré la receta del bizcocho y del buttercream porque tienen sorpresa: ¡son sin azúcar! Resulta que la suegra del cumpleañero es diabética y la pobre nunca puede tomar tarta en las celebraciones, así que me pidieron que la hiciese sin azúcar para que pudiera probarla... eso sí, ¡quitando todo el fondant antes de comérsela! porque fondant sin azúcar no creo ni que exista.

     Os avanzo que el bizcocho era de chocolate y que iba rellena de un swiss meringue buttercream de vainilla con café y que me han dicho que quedó muy buena, sobre todo para ser sin azúcar. Yo probé los bordes que recorté para esculpir y, aunque esté feo que lo diga yo, es verdad ¡estaba buena!

     

     Pues esto es todo por hoy, espero que os haya gustado la tarta y que os anime a esculpir bizcochos, porque la verdad es que a mí me han dado ganas de hacer más cosas. Os avanzo también que lo único que usé para esculpir el bizcocho fue un cuchillo de sierra como el de carne. ¡Sólo hay que echarle ganas!

     Os deseo una feliz mitad de semana y que se os pase muy rápido el tiempo hasta el viernes por la tarde. 
Un saludo,

Lara


martes, 2 de julio de 2013

Receta de cupcakes de pantera rosa

¡Hola!

     Hoy os traigo un tuneo de una receta del blog de La Tila, en concreto es ésta. Es una receta de cake pops que utilicé para hacer minicupcakes, y me salieron nada más y nada menos que 48.  Vi esta receta en el blog de la Tila hace unos días y ese mismo día la hice, porque leyendo la entrada me recordó a algo que me ocurrió a mí también. También os traigo un montón de fotos porque no he podido escoger, ¡me gustaban todas!


     Un día, probando a hacer cupcakes con esencias que tenía de la dieta Dukan, descubrí que al echarle cierta esencia, obtenías unos cupcakes con un increíble sabor a pastelitos de la pantera rosa, de los que tengo que decir que he sido una enamorada desde que tengo uso de razón. Para mí no había nada más sublime que uno de esos pastelitos rosas, mejores que cualquier bony, tigretón o triste phoskito. Pues bien, la esencia que proporcionaba este alucinante sabor no era otra que la de mandarina. En la receta de La Tila dice que los hace con esencia de naranja o Cointreau o con ralladura de naranja. Yo he probado la receta de varias maneras y, tengo que decir, que como más me saben a pantera rosa es con la esencia de mandarina.


     Probé a hacerlos con Cointreau solamente y la masa me sabía poco. Así que eché unas gotas de esencia de naranja y mejoró. Sin embargo, creo que con la esencia de mandarina en la masa es como mejor quedan.
     También hice el buttercream a juego, con sabor a pantera rosa, para que se identificase bien y en cada bocado el sabor del cupcake. Y en el caso del buttercream tengo que decir que lo que más me gustó fue hacerlos con Cointreau, creo que le da un toque especial que no se consigue con las esencias, aunque en segundo lugar seguiría la esencia de mandarina.
 
     La receta de la masa la seguí tal cual, os la copio aquí.

150 ml de aceite de girasol
220 g de azúcar
2 huevos
120 ml de leche
200 g de harina
10 ml  (2 cucharaditas) de extracto de vainilla
2 cucharaditas de levadura
1 cucharadita de ralladura de naranja o 10 ml de Cointreau o dos gotas de aroma de naranja

     Ponemos a calentar el horno a 160ºC y preparamos una bandeja de cupcakes con cápsulas de papel.
     Tamizamos la harina junto con la levadura y el bicarbonato y reservamos
     Batimos el azúcar con el aceite y después añadimos el aceite y la esencia de vainilla y la de mandarina. Añadimos los huevos uno a uno. Añadimos la mitad de la harina. Añadimos la leche. Para terminar, añadimos lo que nos queda de harina.
     Llenamos las cápsulas con nuestra masa hasta un poco más de la mitad y horneamos durante 13 minutos o hasta que, al pinchar con un palillo en el centro de los minicupcakes, éste salga limpio.
     Dejamos reposar los cupcakes 5 minutos antes de sacarlos de la bandeja.


     Lo único que he cambiado de la receta ha sido añadirle una cucharadita de bicarbonato, que para mi gusto siempre queda mejor mezclar un poco de bicarbonato con la levadura. Y bueno, como os comentaba usé esencia de mandarina en lugar de naranja. Tengo que decir que me encantó y que quedan hiper esponjosos y húmedos.


     También hice un almíbar y pinté con él los cupcakes. La receta del almíbar es bien sencilla:  50 de agua y 50 ml de azúcar. Lo ponemos junto en el mismo recipiente y lo calentamos en el microondas un minuto y medio. Lo sacamos y removemos hasta que se haya disuelto todo el azúcar. Le añadimos un chorrito de Cointreau o, en su defecto, esencia de naranja, y lo dejamos enfriar. Con un pincelito de cocina pintamos nuestros cupcakes nada más sacarlos de la bandeja de hornear, antes de que se enfríen. Yo los vuelvo a pintar una segunda vez antes de ponerles el buttercream.


     Por último, hice el buttercream de merengue suizo y las decoré. Seguí esta receta:

   
4 claras de huevo (pasteurizadas o naturales, lo mismo da)
170g de azúcar
400g de mantequilla a temperatura ambiente
esencia de vainilla y de mandarina al gusto



     Primero, al baño maría, calentamos las claras con el azúcar hasta que veamos que se ha disuelto el azúcar. Montamos las claras aún calientes a punto de nieve o hasta que obtengamos picos duros en nuestro merengue. Dejamos que se enfríe el bol y, una vez frío para que no se derrita la mantequilla, la vamos añadiendo en cubitos. Batimos hasta que veamos que la mezcla se corta. Entonces seguimos batiendo hasta que adquiere una consistencia compacta de nuevo y más brillante. Ahora añadimos las esencias y los colorantes que queramos. Lo metemos en una manga pastelera y decoramos al gusto.


     Sé que otras recetas que encontraréis de buttercream de merengue suizo llevan más azúcar, pero yo considero que esa proporción es más que suficiente, ¡y eso que yo soy muy golosa!

     Quiero agradecer a Zahara de Sólo fue suerte otra vez más su trabajo para mi blog porque me encanta lo que hace y gracias a ella puedo enseñaros lo que hago de una forma mucho más bonita. Os recomiendo que visitéis su blog porque de verdad que os va a encantar lo que hace, aunque no tenga nada que ver con la repostería creativa.


     Os deseo una feliz semana. Además, ya ha pasado el lunes que es lo peor, ahora ya tenemos que pensar en los planes para el fin de semana, que espero que incluyan encender mucho el horno. Aunque con estas temperaturas no sé yo, la verdad es que no apetece mucho.
     Os invito a que dejéis enlaces de vuestro trabajo en los comentarios de mis entradas porque me encanta ver lo que hacéis y me inspiráis una barbaridad.


     Espero que os haya gustado esta entrada y sobre todo que os animéis a seguir la receta porque os garantizo que es un éxito asegurado. Os dejo ya con la canción de hoy.

Un saludo,

Lara

Canción del día: Fucking perfect - P!nk