viernes, 23 de noviembre de 2012

Cupcakes de mango con requesón

¡Buenas noches!

     Hoy vengo con una receta que hice a finales de primavera. Perdonádme por no traer algo más típico de estas fechas pero estoy viviendo en un hotel y lo de hornear está complicado. Además estos cupcakes estaban buenísimos y me dan pie para comentaros algo. 
     Los hice siguiendo una receta básica de cupcakes de vainilla (escoged la que más os guste y que sea fácil de tunear). Simplemente añadí puré de mango (mango triturado) y no le eché vainilla. 


      Para el frosting hice un buttercream básico (1 parte de mantequilla por 1 parte y cuarto de azúcar glas y una cucharada de leche) al que añadí puré de mango al gusto (sin pasarnos para que no quede demasiado líquido) y requesón hasta conseguir una consistencia firme.





     Y aquí llega el momento que os quería comentar. Al buttercream le añadí, además del puré de mango, esencia de mango porque sólo el puré no le daba todo el sabor que yo quería. Y quedaron muy buenos, la verdad... peeeero... tras haber probado a hacer buttercream con "mango en pasta" en lugar de la esencia de mango, creo que no volveré a utilizar la esencia. El mango en pasta, que venden en frascos en tiendas especializadas, es increíble. Es como el puré de mango pero hiper concentrado.


     De momento, de estas "pastas" sólo he probado la de mango, pero visto el resultado voy a hacerme con más y ya os iré contando. En casa tengo esperándome el turrón en pasta, que espero poder utilizar estas navidades. 
    
     Espero que os haya gustado la idea de hacer un cream cheese icing con requesón en lugar de queso de untar. Le da una consistencia más firme, pero fresca y ligera para las épocas menos frías. Me despido ya y os deseo feliz fin de semana a tod@s.





miércoles, 14 de noviembre de 2012

Receta de cupcakes de calabaza

¡Buenos días!
     Hoy os traigo por fin la receta de los cupcakes de calabaza. Eso sí, como no tengo fotos de cupcakes de calabaza porque se acaban siempre antes de encontrar la cámara, os voy a poner unas fotos de unos cupcakes de galletas María que hice para el cumpleaños de mi amiga María. 
     Vamos primero con la receta.

Ingredientes para hacer 12 cupcakes:

2 huevos
1 1/2 tazas de harina
1 1/2 tazas de azúcar
1 1/2 tazas de puré de calabaza
1/4 taza de aceite de girasol o de oliva suave
1/4 taza de leche
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de jengibre
1/2 cucharadita de nuez moscada
1/2 cucharadita de clavo

     El puré de calabaza se puede usar el de bote que venden carísimo importado de EE.UU., o lo podemos hacer en casa con calabazas, que aún es temporada. Yo lo hago poniendo la calabaza al vapor cortada en trozos. La dejo como 45min para que esté blandita y sea más fácil triturarla. Una vez cocida se pasa por la batidora hasta que quede un puré no excesivamente fino, con un minuto de batidora sobra. Si no tenemos olla para cocer al vapor, pues lo cocemos de manera tradicional.
     Las especias son más bien al gusto, pero yo he puesto algo orientativo. Sé que de canela suelo echar 1 cucharadita en lugar de media porque me gusta mucho. De nuez moscada algo menos de media, y de jengibre algo más de media pero sin llegar a una entera.
     Las cucharaditas son medidas americanas, igual que las tazas. Una cucharadita es lo que en inglés se llama teaspoon. Cucharada sería tablespoon. Tanto la "taza"o "cup" como la "cucharada" o "cucharadita" son medidas de volumen, por lo que os doy la equivalencia en mililitros.

1 taza = 240ml
1 cucharada = 15ml
1 cucharadita = 5ml

     Antes que nada, encendemos el horno a 160ºC con calor por arriba y por abajo para que vaya cogiendo temperatura. No vale ponerlo a 200 para que se caliente rápido y luego bajarlo a 160, hay que ponerlo directamente a 160 y esperar a que llegue a esa temperatura. Cogemos nuestra bandeja de cupcakes y colocamos las cápsulas de papel dentro. Si no tenemos bandeja para cupcakes, podemos usar los moldes de silicona que venden en todo tipo de establecimientos. Esta misma masa, también sirve para hacer un bizcocho, más abajo os lo explico.
    Ponemos todos los ingredientes secos (harina, especias, sal y bicarbonato) en un bol, tamizamos y reservamos. En otro bol, batimos los huevos durante unos 30 segundos y después añadimos el azúcar. Batimos hasta que la mezcla aclare y aumente un poco de volumen. Entonces añadimos el aceite y batimos hasta que se mezcle bien. Añadimos la leche y batimos hasta que se integre. Por último, añadimos el puré de calabaza y repetimos la operación.
     Cogemos el bol donde teníamos tamizados los ingredientes secos y los vamos añadiendo, cucharada a cucharada, a la mezcla de ingredientes húmedos. Mezclamos con la espátula con movimientos envolventes, no es necesario que lo batamos, sólo hay que mezclarlo. Una vez hemos integrado toda la mezcla de harina, vertemos cantidades iguales de masa en cada molde o cápsula de cupcake. Metemos en el horno a media altura y horneamos unos 22-25 minutos dependiendo de nuestro horno y del tamaño de nuestros moldes de cupcake. En cualquier caso, verificar pinchando con un palillo, si sale limpio al pinchar, ya están. Tened en cuenta que estos cupcakes son más húmedos que de lo normal, por lo que puede parecer que están demasiado blandos, pero no os engañéis, si vuestros cupcakes son de un tamaño generoso, a los 25 min máximo estarán cocinados. Una vez estén listos, los sacamos del horno y dejamos enfriar la bandeja durante 5 minutos. Sacamos los cupcakes de la bandeja y los dejamos enfriar del todo sobre una rejilla.

     Si queremos hacer un bizcocho, hemos de seguir todos los pasos que hemos seguido para hacer la masa de los cupcakes, porque es exactamente la misma. La diferencia está en el molde que usaremos y en el horneado. El molde puede ser cualquier molde de bizcocho que os guste: redondo, cuadrado, con agujero, con formas... lo que queráis. Lo importante es que lo untemos bien de mantequilla/margarina/aceite y que luego lo espolvoreemos bien con harina. A este proceso se le llama "encamisar" el molde.
     El horneado del bizcocho es probablemente lo más importante y también lo más complicado. Me explico: hornear un bizcocho en sí no tiene ningún misterio, ya que sólo hay que meter el bizcocho en el horno y se hace sólo. El problema es conocer bien nuestro horno para saber qué temperatura es la ideal para que el bizcocho quede perfecto. A mí me ha costado al menos 5 bizcochos encontrar el punto ideal. Las reglas generales son que para que el bizcocho suba lo suficiente pero no demasiado la temperatura ha de estar entre 175ºC y 195ºC. El calor ha de estar por abajo solamente y sin aire. Tras muchas pruebas de ensayo y error, he llegado a la conclusión de que la temperatura ideal en mi horno es de unos 180ºC y el tiempo de cocción, dependiendo del tamaño del bizcocho, no suele ser inferior a 50 minutos.
     Una de las claves más importantes para que nuestro bizcocho no "se baje" es NUNCA abrir el horno antes de que hayan transcurrido al menos 40 minutos de cocción. Otra cosa a tener en cuenta, es que un bizcocho es algo muy delicado, y si le damos un golpe al horno, puede que le lleguen las vibraciones del golpe al bizcocho y se hunda. Por último, para saber que ya está horneado, pinchamos con un palillo igual que con los cupcakes. Una vez esté horneado, lo dejamos reposar unos 5-10 minutos fuera del horno y lo desmoldamos. Yo dejo que se enfríe un poco y en cuanto deja de estar caliente lo envuelvo en papel de film para que no se seque.

     Las veces que he hecho estos cupcakes de calabaza, he dejado la mitad así sin nada y la otra mitad la he cubierto de cream cheese icing de canela. Es como la crema de queso de los pasteles de zanahoria, sólo que añadiendo canela. En próximos posts la receta.

     Espero que hagáis estos cupcakes de calabaza, o el bizcocho si os resulta más sencillo, porque de verdad que os va a encantar y es un dulce muy de temporada que todo el mundo apreciará.


     Y, después de todo este rollo, os dejo con las fotos de los cupcakes de galletas María. Los hice para María, que es una de las personas menos golosas que conozco, así que me curré unas decoraciones de fondant pintadas a mano para que le encantasen.


   
     Esta forma de decorar cupcakes me encanta, porque me recuerda a los gorros de natación que llevaban las "sirenas" de los años 50. Me parecen encantadores.




     Los zapatos pretendían ser unas puntas de ballet, porque es algo especial para María, pero al final acabaron pareciendo unas manoletinas. Por suerte, también la he visto llevar manoletinas, así que no fue demasiado grave el fallo.


     Espero que os haya gustado la entrada de hoy. Sé que ha sido un poco larga, pero quería daros toda la información necesaria para que hagáis vosotr@s mism@s este bizcocho tan espectacular y sencillo.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Aniversario

     Hoy os enseño una tarta que hice para el aniversario de una gran amiga. Me la pidió para celebrar el aniversario con su chico... el 19º aniversario además, ¡ni más ni menos! Quien conoce a Sandra y a Rubén empezará a pensar en un montón de cosas que les pueden gustar para decorar su tarta, como me ocurrió a mí. Sin embargo, después de volverme loca con todos los detalles que pensaba incluir en la tarta, me di cuenta del tamaño de la misma y de que era IMPOSIBLE meter todo en algo tan pequeño. Entonces ya era tarde para hacer una tarta más grande, y además no tenía ningún sentido hacer una tarta de 12 raciones para dos personas.
     Me armé de humildad y decidí hacer algo sencillo que representase todas mis ideas. Tuve que prescindir de la gramola, del helado con guinda y otras cosas más, pero lo representé con un vinilo en la parte superior y dos perfiles cincuenteros en el frente. Por último, una piruleta de corazón con pergamino para darle un toque de old school tattoo, algo rockabilly. Así quedó.



    Eso sí, puede que este año me haya quedado con las ganas, pero sigo teniendo un montón de ideas en mente y espero que muuuchos aniversarios más por celebrar. No me quitéis el ojo de encima, nunca se sabe.


     Ésta es la parte superior, con el vinilo con el nombre del grupo de Rubén, Duropeyote. Por cierto, algunas de las fotos de su página también son de Zahara, que es quien hace casi todas las mías. Os recomiendo que echéis un ojo a la página de Duropeyote y que escuchéis lo que hacen, porque es alucinante. Voy a dejar un enlace permanente en Mis Favoritos para que lo tengáis a mano. Y, si tenéis la ocasión, acudid a alguno de sus conciertos, porque los directos siempre tienen ese aire especial, pero los suyos más.
      La tarta era de bizcocho de chocolate, bañado con almíbar de Baileys y relleno de ganache de chocolate. El bizcocho era la receta que os comenté de Peggy Porschen, rich dark chocolate cake.


     A mí me gustó la tarta, sobre todo hacerla porque son dos personas a las que tengo mucho cariño y quería que fueran felices en un día tan especial. Esta entrada os la dedico a vosotros, Sandra y Rubén, con la esperanza y casi la certeza de seguir haciendo vuestra tarta de aniversario al  menos por otros 19 años más. Me encantaría que fuese una nueva tradición. Os mando un beso enorme.
   
     Y a l@s demás que me leéis, feliz puente a l@s que lo tengáis libre; y a l@s que no, también.

martes, 6 de noviembre de 2012

Una sorpresa especial

     Hay ocasiones en la vida, en las que no queda más remedio que reírse y disfrutar. Una de esas veces ocurrió hace unas semanas, cuando me pidieron que hiciera una tarta para una compañera del trabajo. La tarta me la encargó su amiga, y me pidió algo bastante curioso. La cumpleañera es adicta al estampado de leopardo (de hecho lleva un tatuaje de estampado de leopardo azul en un hombro) y le encanta cuidarse, el maquillaje y las cosas "de chicas". En cuanto me dijeron que querían una tarta para ella, se me vinieron a la mente dos cosas muy claras: tarta con estampado de leopardo azul y montones de detalles de maquillaje y potingues diversos.
     Pero, ¡ay  ilusa de mí! No eran pintalabios, sombras de ojos y coloretes lo que querían que pusiera en la tarta, no. Cuando veáis las fotos entenderéis por qué creo que es una tarta muy "cachonda". Espero que os guste.


   Pues sí, esto fue lo que me pidieron. ¿Qué os parece? Tengo que decir que cuando me lo dijeron pensé en no hacerla, porque me pareció un poco heavy (seguro que me entendéis), pero en cuanto me puse manos a la obra la verdad es que me hizo mucha gracia. De hecho, pensé que iba a quedar mucho más vulgar, pero creo que los colores, el lazo y el estampado de leopardo le quitan peso al "tema".



     Creo que al final quedó algo muy gracioso y a la cumpleañera le gustó, que era lo importante. Si además se echaron unas risas, ¿qué más puedo pedir? Me alegro mucho de que le gustara y de que la fiesta (que además era una fiesta sorpresa) fuese un éxito.


     Además a mí me pirran los lazos, así que perfecto. Las fotos quedaron genial y la tarta quedaba que ni pintada con el fondo rosa de mi cocina.


     Así que ya sabéis que si tenéis que sorprender a alguien de una manera divertida o queréis celebrar una despedida de solter@, podéis contar conmigo y os haré algo divertido y elegante ;)


     Me despido por hoy contándoos que tengo en el horno el primer bizcocho de calabaza que hago, con la misma receta que los cupcakes de calabaza. Si queda bien os diré la receta. Bueno, y si no también, pero para que hagáis cupcakes. ¡Feliz fin de día!

sábado, 3 de noviembre de 2012

Otoño

     Ahora sí. Es otoño. Cuando hice esta tartita justo acababa de empezar el otoño, pero hasta ahora en realidad no ha empezado el tiempo otoñal. La lluvia, las hojas amarillas y marrones, naranjas, rojas... Así que estos días de paraguas y chubasquero me dan la oportunidad de enseñaros esta minitarta otoñal.




     El bizcocho de esta tarta es una receta del libro Cake Chic de Peggy Porschen. El bizcocho se llama rich dark chocolate cake y es increíble. Está especialmente pensado para utilizar en tartas con fondant porque aguanta bien el peso ya que es bastante consistente. Sin embargo, es muy jugoso, algo que no esperas cuando lo coges porque pesa mucho. Y tiene un sabor alucinante. Yo no soy una amante del chocolate, pero he de reconocer que es uno de mis bizcochos favoritos. De hecho, es el que utilizo ahora en todas las tartas de chocolate que me encargan.




     El relleno de la tarta era de buttercream de fresa y la mezcla resultó mejor de lo que esperaba. Después de esta tarta se me ocurrió probar a hacer bizcocho de calabaza, porque la calabaza me encanta y justo empezaba la temporada de calabazas. Y de ahí surgieron unos de mis cupcakes favoritos: cupcakes de calabaza rellenos con puré de calabaza y con cream cheese icing de canela. Pero esos os los enseño en otro post más adelante. ¡Con receta incluída!


     Quedáis avisa@ds, estad pendientes para la receta de los cupcakes de calabaza más jugosos que hayáis probado nunca. ¡Feliz sábado!

viernes, 2 de noviembre de 2012

Cupcakes de caramelo

¡Buenos días a tod@s!

     Cuando digo cupcakes de caramelo, quiero decir "cupcakes DE caramelo". No son cupcakes con esencia de caramelo, ni jarabe de caramelo, ni salsa ni sirope de caramelo, ni caramelo en pasta. No no, llevan CARAMELOS. Esta receta es el resultado de darse un paseo por un supermercado pensando constantemente en cosas que se puedan introducir en un cupcake. Llegué a la zona de los caramelos, me fijé en unos de toffee, de esos blanditos de toda la vida, y se me encendió la bombillita. ¡Cupcakes de caramelo!
Y aquí están.


     Es una pena que en las fotos no podáis apreciar el intenso sabor a caramelos de toffee. Lo que hice fue unos cupcakes de vainilla con trocitos de caramelos. Después hice una salsa derritiendo los caramelos con leche evaporada. En esa salsa reside todo el mal, todo el sabor y todo el pecado. Con esa salsa hice tres cosas, a cuál más deliciosa. Lo primero fue rellenar los cupcakes con parte de la salsa. Después hice un buttercream de merengue suizo al que añadí unas generosas cucharadas de la misma salsa. Y para rematarlo todo, rocié con el resto de la salsa todos los cupcakes.




     El primer mordisco es alucinante, porque topas con un buttercream muy suave, aderezado con la salsa intensa de toffee, para terminar con el bizcocho esponjoso y dulce. Pero la guinda es cuando das el segundo bocado y llegas al relleno de más salsa de toffee y ahí ya te han ganado.

 

   En resumen, ¡¡no las hagáis nunca!! son un peligro tremendo ya que cuesta no coger otra. Es una de mis nuevas recetas favoritas, y también de quienes las han catado. De hecho, la fotógrafa le hincó el diente a unas cuantas jajaja

     Hoy ya es viernes, además de puente, así que espero que los que no estéis trabajando lo disfrutéis mucho. Y los que sí estéis trabajando... me uno a vosotros. ¡Un beso!