Hoy estoy contenta porque hemos superado las 2000 visitas en el blog, ¡2024 ya! así que, aunque estoy muuuuuuy cansada, he decidido que esto se merece una entrada para celebrarlo. Voy a enseñaros lo último que he hecho, que son unos cupcakes de fresa. No es una receta novedosa ni elaborada, ni tienen una decoración especialmente llamativa, pero los hice para una amiga que cumplía años y me hace ilusión que los veáis. Además, las fotos han quedado geniales, con un rollo retro muy divertido.
La receta es muy sencilla, pero de momento es mi favorita. He probado muchas veces a hacer recetas de cupcakes con mantequilla, pero la verdad es que ninguna me gusta. Prefiero mil veces hacerlas con aceite, las recetas con mantequilla me da la sensación de que suben menos, se quedan duras antes y son menos esponjosas. No obstante, si alguien puede recomendarme una receta con mantequilla que quede esponjosa y no se seque en seguida, que me la deje por aquí o me la envíe por email, ¡gracias!
Esta receta que ahora os voy a dar es la que utilizo normalmente para todos los cupcakes que sólo llevan esencias para darles sabor. Por ejemplo, cupcakes de vainilla, cupcakes de fresa, de limón, de naranja... lo único que cambio es la esencia que utilizo. Vamos allá con la receta:
2 huevos M
80ml de aceite de girasol (o de oliva suave, dependiendo de nuestro gusto)
80ml de aceite de girasol (o de oliva suave, dependiendo de nuestro gusto)
160g de harina de trigo normal
150g de azúcar
1/2 cucharadita de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de vinagre
130ml de leche semidesnatada o entera
1 chorrito de zumo de limón
esencia al gusto
El chorrito de limón lo utilizamos para cortar la leche, echándoselo y dejando que la mezcla repose unos cinco minutos más o menos. Precalentamos el horno a 170ºC. Tamizamos la harina con la levadura y la reservamos para más adelante.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que la mezcla aclare un poco. Añadimos el aceite y batimos. Añadimos la mitad de la leche cortada y batimos, después agregamos la mitad de la harina y volvemos a batir. Echamos el resto de la leche y batimos, después el resto de la harina y batimos. Mezclamos el bicarbonato con el vinagre y lo echamos mientras hace burbujitas. Por último, añadimos la esencia que más nos guste, tanta como queramos.
Ponemos los papelitos de magdalenas en la bandeja y los llenamos hasta un poquito más de la mitad. Horneamos unos 20 minutos o hasta que al pinchar un palillo éste salga limpio. Dejamos que reposen en el molde 5 minutos y después en una rejilla hasta que estén fríos del todo.
Yo las decoré con buttercream de merengue suizo al que añadí un poco de colorante de Sugarflair Claret y esencia de fresa, que también utilicé en el bizcocho y en el almíbar. El almíbar se hace rápidamente en el microondas y ayuda a que nuestros cupcakes se mantengan jugosos más tiempo. Sólo tenemos que mezclar el mismo volumen de agua que de azúcar y calentarlo en el microondas. Lo sacamos, removemos y comprobamos si se ha disuelto todo el azúcar. Si no se ha disuelto, volvemos a calentar un minuto y repetimos la operación hasta que se haya disuelto todo. Dejamos que se enfríe y le añadimos unas gotas de la esencia que queramos. También le podemos echar algún licor o zumo o café.
Hay gente que el almíbar se lo echa a los cupcakes cuando se han enfriado. Yo prefiero hacerlo nada más sacarlos del horno. Pincho la parte superior de los cupcakes con un palillo para que cale más el almíbar y lo aplico con un pincel de cocina. A mí me gusta empaparlos bastante, pero con cuidado de no mojar el papel.
Utilicé la misma esencia tanto en el bizcocho como en el almíbar y el glaseado, pero también se pueden hacer combinaciones distintas y mantener la receta sencilla. Por ejemplo, hacer el bizcocho y el almíbar de vainilla y el glaseado de violetas, o el bizcocho y el almíbar de limón y el glaseado de frambuesa y decorar con una frambuesa natural... no sé, lo que se os ocurra.
Son cupcakes muy sencillos que podemos hacer con pocos materiales y que siempre quedan bien. También podéis utilizar un glaseado distinto, como un buttercream típico, un cream cheese icing, merengue, nata montada... y rellenarlos con mermelada, crema pastelera, chocolate o lo que más os apetezca. Es lo mejor de los cupcakes, que son absolutamente personalizables.
Así que ya sabéis, poneos un día manos a la obra, encended vuestros hornos y, en un ratito podréis sorprender a quien queráis con vuestras creaciones. Os deseo una feliz noche y un mejor día.
¡Un beso!
Estas estaban muy buenas... me encanta la fresa. Enhorabuena!!!
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