Vengo a contaros una buena noticia... a medias. En la entrada anterior os conté que estaba tramando algo. Pues bien, lo que estaba haciendo era reunir fuerzas para enfrentarme de nuevo a... ¡¡¡los macarons!!! Sí, esos deliciosos dulces franceses que parece ser que le salen perfectamente a aproximadamente el 80% de la población. Yo pertenezco al otro 20%, por si no había quedado claro.
Hace aproximadamente 8 meses que intenté hacer macarons por primera vez en mi vida. El resultado fue tan desastroso (no pude ni hornear la masa, para que os hagáis una idea) que he tardado todo este tiempo en volver a intentarlo.
Estos días que he estado de vacaciones me he propuesto conseguirlo. La primera tanda no tenía pie, lo cual me decepcionó pero a la vez me hizo seguir adelante con más ahínco. La receta que usé fue la de Alma de Objetivo: Cupcake perfecto. Y estoy convencida de que a ella le funcionó estupendamente. A mí no. No sé si quizás tuvo algo que ver que estaba en Valencia y la humedad pudo afectar. No sé, la cuestión es que la descarté.
Mi segunda hornada fue con la receta que viene en la cajita del set de macarons de Lekué. Y vaya si cambió la cosa. Mis macarons tenían pie y se despegaban sin problemas del tapete de silicona y del papel de hornear. Tenían un aspecto formidable, así que los rellené de ganache de chocolate negro y aquí os los traigo.
Muy aparentes, ¿verdad? Pues no os dejéis engañar por la vista, parecían buenos, pero no lo eran. La primera hornada estaba demasiado hecha, por lo que se quedaron secos y perdieron todo el encanto del macaron que al morderlo te encuentras con una capa crujiente rellena de una masa suave y blandita. Vamos, que estaban duros. De forma se acercaban bastante a lo que esperamos de un macaron, pero la textura era terrible.
Pero, como soy cabezona y me sobraba masa, hice una segunda hornada. Y bueno, la verdad es que mejoraron bastante. Quedaron hechos pero sin pasarse, aunque un poco huecos. Seguían sin tener la consistencia adecuada. Además los rellené el mismo día y se pegaban un poco en los dientes. Después pude averiguar que eso sucede si están recientes. El día siguiente la verdad es que estaban mejor, casi perfectos, si no hubiese sido porque estaban un poco huecos por dentro, aunque no del todo.
Total, que no estoy para nada conforme con los resultados. Sí que es verdad que la última tanda fue bastante aceptable, pero no consigo la perfección "macaronil" que busco. Lo cierto es que estoy aún en ello. Esta mañana he estado en un curso estupendo en Decake que impartía Berna de Ilusiona Cakes. He salido del curso encantada con todo lo que nos ha enseñado. A ver si puedo enseñaros pronto algunas fotillos. Era un curso de peluquería en azúcar, en el que hemos aprendido a hacer cuatro peinados distintos para nuestras figuras modeladas. Me ha parecido muy práctico e interesante. Es muy recomendable, hacédlo si tenéis la oportunidad porque no os defraudará.
Después del curso he seguido con mi obsesión "macaronil", dispuesta a volver a intentarlo con una nueva receta. Desde que empecé hace unos días con la primera tanda, estuve leyendo el blog de Webos Fritos, concretamente este post para tratar de entender cuáles eran mis errores. Y hoy, en mi último intento (de momento) de conseguir unos macarons BUENOS, he decidido probar con la receta de Webos Fritos, que me parecía lo más coherente, no sé por qué no lo hice antes. La verdad es que me he emocionado cuando, a los 7 minutos o menos de horneado, mis macarons ya tenían un pie divino. Lo malo ha sido al intentar despegarlos una vez enfriados... ¡no estaban hechos! Por suerte tenía una segunda tanda, que creo que ha quedado mucho mejor, pero quiero esperar a mañana para rellernarlos y darlos a probar terminados.
Disfrutad de lo que queda de fin de semana, yo espero poder exprimir al máximo estos últimos dos días que me quedan de vacaciones. Hoy he comprado en Decake (por fin) una bandeja y unas cápsulas para minicupcakes... no descarto estrenarla en breve.
Feliz domingo a tod@s :)
Lara
Ayyyy, los macarons son todo un reto. Pero tú insiste, ya verás como logras mejorarlos. Yo estoy en ello, tambien... Lo bueno, es que aunque no salgan, la mayor parte de los intentos se pueden comer, porque de sabor resultan buenos. El que no se consuela es porque no quiere. esperamos tus siguientes macarons
ResponderEliminarSaludos!!
Ayyy... no sé yo qué decirte. Eso de que todos los intentos salgan buenos de sabor ¡¡no es demasiado consuelo cuando estas a dieta!! Pero yo no desisto ;)
EliminarYo también hice macarons y muy bonitos, pero no tenían la explosión del centro, creo que es muy importante el horno, que esté muy caliente para que suban rápido y exploten...no sé, leí que también se puede dejar la puerta del horno medio abierta para que no se quemen...un misterio!! Yo cuando pueda colgaré la entrada en mi blog!
ResponderEliminarYo he vuelto a hacer y parece que ha mejorado la cosa, pero aún no están perfectos.
EliminarLara, mira en mi blog a ver si te gusta la sorpresa! ;)
ResponderEliminarhttp://cakesinacupbakery.blogspot.com.es/2013/02/casi-dos-meses-de-blog-con-premio-doble.html